La competencia no tiene mejor cocina. Tiene mejor imagen.
Yo también he tenido un restaurante familiar.
Sé lo que es fregar copas con una mano y apuntar pedidos con la otra, mientras intentas que los platos salgan con ese toque casero que no se enseña, pero se nota.
Acaba el turno, estás reventado, y piensas:
“Ojalá los clientes supieran todo lo que hay detrás de cada plato.”
Porque lo preparas durante horas… y en tres minutos ya se lo han comido.
Entonces, mientras recoges, te metes en la galería del móvil para ver esa foto que hiciste deprisa, antes de que se enfriara el plato, porque sabes que algo tienes que subir a las redes sociales.
Pero la ves… y te da un bajón.
Está oscura, mal encuadrada, sin vida.
No representa ni el sabor, ni el esfuerzo, ni el cariño que hay detrás.
Y sabes que no es solo una foto fea,
Es sentir que tu restaurante no está contando su historia como debería, y otros restaurantes —algunos con peor cocina que la tuya— están llenando mesas porque tienen fotos que venden.
Imagínate esto:
Que cada mes tengas una sesión de fotos sin preocuparte por nada.
Que llegues al restaurante, como siempre, y mientras tú cocinas, alguien está captando cada detalle con intención, y que unos días después, tengas en tu móvil una carpeta llena de fotos que sí hacen justicia. Fotos que te enorgullecen. Que hacen que la gente vea lo que tú ves cada día.
¿Y todo esto? Sin que tengas que hacer ni un esfuerzo más.
Tú sigues cocinando. Como siempre. Yo me encargo de todo lo demás.
Eso es lo que vas a conseguir aquí.
Una imagen que te represente.
Una presencia que te posicione.
Y contenido listo para que tu restaurante no solo se vea bien… Sino que empiece a ser el lugar al que todos quieren ir.
Tu cocina ya brilla. Ahora toca que se vea.
Porque lo tienes todo: el producto, el sabor, la experiencia.
Solo te falta algo que lo cuente bien. Y eso empieza por cómo se ve.
¿Qué vas a conseguir con esto?
Una galería de fotos que por fin te hace justicia.
Publicaciones que te enorgullecen y te representan.
Una imagen cuidada, profesional, coherente con lo que haces en la cocina.
Una presencia online que te diferencia, sin que tú tengas que moverte del sitio.
Y lo más importante: la tranquilidad de saber que alguien se encarga de todo eso por ti.
Tu cocina ya brilla. Ahora toca que se vea.
Y que la gente, cuando te encuentre en redes, diga: “Aquí se debe come bien.”
¿Te suena esto?
Tal vez ya has intentado hacer alguna foto tú mismo, deprisa y corriendo.
Tal vez tienes redes sociales, pero no sabes muy bien qué publicar.
Y puede que hayas pensado muchas veces: “Sé que esto es importante… pero no tengo tiempo para ocuparme.”
Y eso no es un fallo. Es la señal de que necesitas a alguien que entienda lo que haces, y lo convierta en imágenes que hablen por ti.
Estás en el lugar correcto.
Voy a ayudarte a que tu restaurante se vea tan bien como se come en él.
¿Cuánto cuesta todo esto?
Este servicio no es una sesión puntual.
Está pensado como un acompañamiento mes a mes, donde poco a poco vas construyendo una imagen coherente, profesional y atractiva para tu restaurante.
Por eso, el planteamiento ideal es trabajar juntos durante al menos seis meses.
Es el tiempo que realmente permite ver el cambio, consolidar tu presencia en redes y atraer a nuevos clientes de forma constante.
Y aunque desde la primera sesión vas a tener fotos que hacen justicia a tu cocina, lo bonito es que, con el tiempo, la conexión se nota aún más.
Cada vez entenderé mejor tu ritmo, tu estilo, tus platos.
Todo fluirá con más naturalidad.
Y esa confianza se traduce en fotos que no solo se ven bien… sino que reflejan exactamente quién eres.
Precio del servicio mensual: X€
¿Y cómo funciona todo esto?
Quiero que lo tengas claro desde el principio: esto no va a darte más trabajo. Todo está pensado para que tú solo hagas lo tuyo: cocinar.
Yo me encargo del resto.
Así es como trabajamos juntos, paso a paso:
1. Reunión previa. Nos vemos en tu restaurante o donde tú elijas. No tendrás que moverte. Hablamos de tus platos, tu cocina y lo que quieres transmitir. Ahí mismo dejamos fijada la fecha de la sesión.
2. Sesión mensual en tu restaurante. Una vez al mes, me paso por tu local. No tienes que preparar nada especial ni fingir nada. Tú trabajas como siempre, y yo capto la esencia real de tu cocina y tu espacio.
3. Selección y edición. Después de la sesión, selecciono las mejores fotos y las edito con el enfoque visual que definimos: natural, apetecible y profesional.
4. Entrega. En una semana, tendrás una galería organizada y lista para publicar. No vas a tener que elegir entre diez fotos contadas.
Te entregaré todas las imágenes necesarias para que tu restaurante cuente su historia como merece.
Sin líos técnicos, sin complicaciones. Todo listo para usar.
5. Y cada mes, repetimos. Con cada nueva sesión, afinamos más. Las fotos se vuelven más tuyas. Más auténticas. Más efectivas. Y tu presencia online crece de forma constante, sin que tú tengas que pensar en ello.
Solo trabajo con unos pocos restaurantes al mes.
Este servicio está pensado para implicarme de verdad contigo y con tu cocina. No soy el típico fotógrafo que intenta acumular clientes a lo loco.
Prefiero trabajar con pocos restaurantes, pero bien.
Con tiempo, con atención, con estrategia.
Para que tú veas una evolución real. Y yo también.
Por eso, no acepto más de X restaurantes al mismo tiempo.
Porque no quiero hacer fotos por hacerlas. Quiero ayudarte a transformar tu imagen.
Si ahora mismo hay plaza disponible, es porque alguien ha terminado su ciclo o ha liberado su sitio. Y no sé cuánto tiempo va a estar libre.
No es una táctica. Es una realidad.
Las plazas se llenan. Las oportunidades pasan.
Pero si decides no hacer nada…
Seguirás mirando la galería del móvil intentando salvar alguna foto.
Seguirás publicando imágenes que no hacen justicia a lo que cocinas.
Seguirás viendo cómo otros restaurantes —que no tienen mejor comida que tú— te adelantan en redes porque han cuidado su imagen.
Y seguirás sintiendo esa frustración cada vez que alguien dice: “Este sitio no me suena, ¿es nuevo?”
Cuando en realidad llevas años dejándote la piel. No es que estés haciendo algo mal, es que aún no has empezado a mostrarlo bien.
Y la diferencia entre quedarte como estás o, empezar a llenar mesas con solo una imagen, puede estar en lo que hagas hoy.
¿Cuánto vale que tu restaurante se vea como se merece?
Que tus platos hablen por ti antes de que los prueben.
Que tu imagen esté a la altura de tu cocina.
Que no tengas que seguir improvisando, ni quedarte atrás.
XXX€ al mes.
Y lo más potente es que no es un gasto. Es una inversión en cómo te perciben.
Y todo esto lo vas a conseguir con fotos como estas:






Pero eso no es todo.
Además del servicio completo que ya conoces, sin que tú lo pidas y sin pagar más, también te llevas:
• Extra1
• Extra2
• Extra3
Porque esto no va solo de fotos.
Va de darte herramientas reales para que tu restaurante se vea y se sienta como el lugar que realmente es.
¿Y quién está detrás de todo esto?
Soy Rubén Bresó.
Antes de estar detrás de una cámara, estuve detrás de muchas barras.
Sé lo que es ir de un pedido a una comanda, lo que pesa un turno largo y lo que no se ve detrás de un plato bien hecho.
Por eso hoy me dedico a fotografiar restaurantes como el tuyo.
No para hacer fotos bonitas, sino para mostrar la verdad que hay en tu cocina.
¿Estás listo?
Puedes cerrar esta página y seguir igual: sin fotos que vendan, sin una imagen que te represente, y viendo cómo otros se te adelantan por tener mejor presencia online… o puedes hacer clic y empezar a darle a tu restaurante la visibilidad que se ha ganado con cada servicio.
Tú eliges. Pero el momento es ahora.
Y si has llegado hasta aquí… no es casualidad.
Algo dentro de ti sabe que esto es lo que tu restaurante necesita.
Que ya no se trata de esperar. Se trata de mostrar lo que ya haces.
Y hacerlo como se merece.
Este es tu momento.
EL FORMULARIO QUE NECESITAS RELLENAR PARA TRABAJAR CONMIGO ES
PREGUNTAS FRECUENTES
1. ¿Qué incluye exactamente el servicio mensual?
Una sesión de fotos al mes en tu restaurante, pensada para generar contenido visual de calidad para tus redes sociales. Nos centramos en capturar platos, detalles del local, ambiente y lo que hace único tu negocio. Además, siempre recibes las fotos listas para publicar, editadas y optimizadas.
2. ¿Hay algún compromiso de permanencia? ¿Puedo cancelar cuando quiera?
Sí, trabajamos con un compromiso mínimo de 6 meses. Esto no es por atarte, sino porque en ese tiempo se nota una evolución real: más confianza, mejor conexión con tu marca y mejores resultados. No buscamos una sesión puntual, sino ayudarte a crecer de verdad.
3. ¿Cómo sé que tus fotos encajarán con el estilo de mi restaurante?
Antes de la primera sesión tendremos una reunión en tu restaurante, donde hablaremos sobre tu cocina, tu estilo, tu visión y lo que quieres transmitir. No hay plantillas aquí: cada restaurante tiene su propio lenguaje visual, y yo me adapto al tuyo.
4. ¿Tengo que encargarme de algo el día de la sesión o tú te ocupas de todo?
Tú solo cocina como siempre. Yo me encargo del resto: equipo, iluminación, encuadres, tiempos… todo. No vas a notar que estoy. La idea es que tú sigas con tu día a día sin complicaciones.
5. ¿Qué pasa si un mes no puedo hacer la sesión? ¿Se pierde?
No se pierde. Si surge algo y necesitas mover la sesión, solo tienes que avisar con antelación y reprogramamos sin problema. Lo importante es que tengas tus fotos ese mes, no el día exacto.
6. ¿Puedo usar las fotos para cualquier cosa, como cartas, web o campañas?
Por supuesto. Las fotos que recibes son tuyas y puedes usarlas donde quieras: Instagram, Facebook, web, carta digital, campañas promocionales, Google… donde te haga falta.
7. ¿También haces vídeos o solo fotos?
Hago ambas cosas. Fotografía y vídeo van cogidos de la mano cuando se trata de crear contenido.
8. ¿Cuántas fotos me entregas cada mes?
No hay un número fijo. No se trata de cantidad, sino de calidad y utilidad. Te entrego las fotos que necesites para comunicar bien ese mes: puede que un día sean 15 y otro 30, según lo que tengamos planificado. Lo importante es que tengas material útil y que represente bien tu cocina… no te vas a quedar con la sensación de que tienes poco material.
9. ¿Qué pasa si después de unas sesiones no me convence el resultado?
Lo hablaremos. Siempre estoy abierto al feedback. Si algo no encaja, lo ajustamos. Mi trabajo es ayudarte a comunicar tu cocina como se merece, y eso solo funciona si estamos alineados.
10. ¿Cómo te contacto o reservo una plaza? ¿Qué tengo que hacer ahora?
Tienes que rellenar el formulario que tienes arriba o debajo de esta sección de preguntas frecuentes, y me pondré en contacto contigo cuando tenga un hueco.
11. ¿Cuánto tiempo dura la sesión?
El tiempo que haga falta, sin mirar el reloj. Depende del número de platos que quieras fotografiar ese mes. No necesitas parar el servicio ni hacer cambios en tu rutina. Yo me adapto al ritmo de tu cocina.
12. ¿Tengo que cerrar el restaurante para hacer las fotos?
Para nada. Estoy acostumbrado a trabajar en cocinas en funcionamiento. Coordinaré contigo para que la sesión sea rápida, discreta y sin interferir con el día a día del restaurante.
EL FORMULARIO QUE NECESITAS RELLENAR PARA TRABAJAR CONMIGO ES ESTE